La Red de Arte Planetario y la paz en el mundo

Yo soy otro tú
Tú eres otro yo
Aquello que somos está
escrito en nuestro corazón.

La Red de Arte Planetario forma parte de un movimiento mundial de paz y una de sus estrategias es la reactivación del Pacto Roerich y la adopción de la Bandera de la Paz de este Pacto, como símbolo que nos anima a poner en práctica acciones que nos lleven a pensar en la paz como algo natural, en donde nuestros patrones de vida humana estén sincronizados con los ciclos naturales y de armonía de la madre Tierra viva, con nuestro Sistema Solar, nuestro Sol, nuestra Galaxia. Una preciosa herramienta de sincronización es el Calendario o Sincronario natural de 13 Lunas de 28 días, y la celebración del Día de la paz y el arte (Día verde), cada 25 de julio del calendario gregoriano, que es ya un hecho oficial en muchos lugares del planeta y que se traduce en festivales, en expresiones de paz y arte, en reconciliaciones y solidaridades.
El Movimiento está presente en todos los países del mundo a través de personas que comprendemos y procuramos dedicarnos a la causa de la paz, del arte y del tiempo, desde la visión cósmica, desde la cuarta dimensión.
Con el lema EL TIEMPO ES ARTE, los voluntarios de este Movimiento Mundial de Paz reconocemos el Pacto de Roerich y la Bandera de la Paz como elementos que protegen y revitalizan las culturas.

La Bandera de la Paz

Tiene tres esferas que sintetizan, respectivamente a todas las artes, a todas las ciencias y a todas las religiones del mundo, dentro del círculo de la cultura, la cultura donde habita la paz. Fue diseñada por Nicholas Roerich, nacido en San Petersburgo, Rusia el 9 de octubre de 1874. Este reconocido artista, arqueólogo, explorador, escritor, filósofo y humanista, propuso un tratado internacional, llamado Pacto de Roerich, para la utilización de la Bandera de la Paz en todos los monumentos históricos, instituciones artísticas, educativas y científicas, para indicar la protección especial y el respeto que estas se merecen como patrimonio común de la humanidad. En este documento se habla de acoger la creatividad positiva como cualidad fundamental del espíritu humano que permite la superación de las dificultades personales y la posibilidad de impulsar la tarea de la construcción de la paz y así asegurar un futuro radiante. “Donde hay paz, hay cultura; donde hay cultura, hay paz” es la frase inspiradora.
En un hecho histórico el pacto fue aprobado y firmado el 16 de diciembre de 1933 por todos los estados representados en la Séptima Conferencia Internacional de los Estados Americanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, ECUADOR, El Salvador, Guatemala, Haiti, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela), realizada en Montevideo, en la cual se recomienda a todos los gobiernos de América la utilización de la Bandera de la Paz para la protección, el respeto y preservación (sin discriminación) de los monumentos históricos, museos, instituciones científicas, educativas y culturales, en tiempo de guerra y de paz. Además, los respectivos gobiernos acordaron adoptar medidas de legislación interna necesarias para asegurar este compromiso. (ver http://www.roerich.org ).